
Para Gabito
por hacer que Alonso
recordara a Diego
-Me encuentro en un dilema: ahora mis pies están sucios y no tengo la pasión de Diego. Y lo peor, Gabito decidió imitarme.
-No es lo peor… es lo mejor. Gabito sabe cómo son las cosas y no te está imitando. Te está dando ánimos para que vos no te pongás más los zapatos.
-La gente nos ve raro, pero es cierto… me voy acostumbrando. Es más, tal vez lo disfruto, pero me preocupa que Gabito se vuelva planta. Lo veo demasiado cómodo.
-¿La gente? ¿Eso qué es? Ahí lo único real son ustedes dos. ¿Gente? Como te digo, él sabe lo que hace. Ellos siempre saben más que nosotros.
-Entonces ¿cómo lo asumo? Solo pienso en quehaceres, apariencias, responsabilidades y la deuda social en la que incurro. Si ellos no son reales, tampoco lo soy. Claro, él parece no darse por enterado.
-Ese tipo de gente es la que no importa. La que pasa y ve, se voltea y habla. Me refiero a la realidad que tienen justo ahora ustedes dos. Una que los demás no pueden comprender, a como habrá otros que sí. Gabito sí se da cuenta, pero solo quiere que vos actués como él, que parezca que no te das por enterado igual.
-Es tarde. No entiendo las cosas de esa manera.