miércoles, 17 de junio de 2009

Simetría

Así de sencillo es Damián: un pantalón a cuadros, camiseta llena de pintura, boina a rayas y esos benditos zapatos que consiguió en una apuesta. Puede no comer, puede olvidar ducharse un par de días, pero a sus zapatos, a esos no los olvida ni en sueños.
Se los ganó en una apuesta con unos chicos, en una de esas reuniones inesperadas que resultan de algunos de sus viajes. Apostaron a que ninguno sería capaz de acercarse a una muchacha y besarla. Ella estaba en una banca hecha con un tronco seco, en una cantina del pueblo donde se encontraban.
Damián supo que esos serían sus zapatos y decidido, tomó fuerza, se impulsó, dejó caer el banco donde estaba y sin pensarlo mucho se encaminó hacia la joven. De camino no pensaba más que en sus zapatos. Una vez cerca de ella, le tomó el rostro asustadizo, con gestos desconcertados, y la besó profundamente. Dejó sus facciones con ojos cerrados y tuvo por fin un par de zapatos: un movimiento, sencillo, así como es Damián.


Si supieran que algunas noches no sobrevivo. Quisiera perderme entre la cobija y una vez que me tapo con ella solo quiero deshacerme. No puedo esperar mucho de mí. Así de raquítica, con este cabello, no es posible que nadie quiera emplearme, o peor aún, tal vez nunca nadie se fije en mi. ¿Qué puede valer un beso? No creo que sea algo tan importante, tal vez porque aún no sé qué es. Be, e, ese, o… Beeeeesooooo. ¡Bah! Sólo me engaño. Debe ser muy interesante una vez que lo conoces, que lo pruebas. Debe ser una unión simétrica, casi como cuando…

“Esos zapatos serán míos”

…casi como cuando, como cuando tu pie calza perfectamente en tus zapatos preferidos: la simetría en las bocas debe producir esa sensación.

4 comentarios:

Miguel Quintero dijo...

Lo escrito aqui, señoras y señores, es una obra digna de un genio, en este caso de una genio, por lo que me resta dejar este humilde comentario...Felicidades!!!!

Jorda dijo...

Me fascina todo lo tuyo Lya.

Este breve relato, a primera vista simple, tiene una interesante reflexión de fondo... Unos zapatos deseados y un beso igualmente deseado... dos deseos en perfecta simetría... ¿será que al ser humano le puede más el ego de conseguir, que el propio trofeo conseguido?

Da mucho que pensar sobre la naturaleza humana.

Como siempre me sumerges en tus letras, acercándome a ti.

Un beso con todo mi cariño.

Alejandra Valverde Alfaro - Lya dijo...

Migue: muchas gracias.
un abrazo

Alejandra Valverde Alfaro - Lya dijo...

Simetría: dos bocas, los pies en los zapatos
todo debe ser comodo, ¿no? jeje...
pienso que a veces el ego puede mas ...

Besos para ti, corazon. Gracias por tus palabras